En una navidad de aproximadamente 1997, recuerdo que había una caja grande, a esa corta edad de la infancia uno soñaba con poder tirarse al vicio de los videojuegos, independientemente de otros hobbies que puede tener un niño siempre anhelaba hablarle a sus amiguitos y poder jugar, pues, resulta que esa caja tenía la consola del N64 y tan juego llamado Golden Eye 007, para un niño eso no decía mucho, sólo era un juego de balazos, pero bueno, no faltaban los adultos que decían que era un juego que se basaba en películas. En fin, al jugar y no con buena expectativa del juego, poco a poco se convirtió en la convivencia de todos los amigos, un juego totalmente adictivo, tanto jugando solo o en campañas de hasta cuatro personas, y ahora si, como un niño de esos tiempo, jugar a los balazos – Hasta el videojuego hizo que nos interesarán las películas del súper agente 007-.
No había día que esos niños jugaran a esa adicción, lo interesante es que pasados varios años – unos 10- esos niños no perdían la oportunidad de juntarse para poder tener otras épicas batallas, o bien, prestar una vida para ir completando la campaña y como en toda película o videojuego, salvar a su amada.
Hoy en día, muchos juego de primera persona existen, con gráficas espectaculares, hasta jugar en línea con cualquier persona del mundo, una experiencia –claro está- mucho mayor que en aquellos años 90’s. Pero los clásicos nunca se olvidan, hay juegos que la historia, el modo que llega, la forma en que atrapa a los jugadores será muy distinta, a pesar de las diferencias tecnológicas de esos tiempos, por todo eso Golden Eye es un clásico de clásicos, que cualquier niño de la generación actual, se enamorará del modo de juego y los sucesor a pesar de que sea “pixeleado”